"El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza." Arturo Jauretche.

28 de marzo de 2011

La Corriente en el 24 de Marzo

Reparación Histórica es Justicia Social



El Compañero Tito Nenna en Tucumán



El actual diputado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el Frente Popular para la VictoriaFrancisco Tito Nenna y referente de la Tendencia Nacional y Popular nos dió una charla el pasado 22 de Marzo. 
Bajo el lema "Reparación Histórica es Justicia Social" y con el auditorio Paco Urondo de la Librería El Griego repleta; Tito hizo un rapaso de los últimos 40 años de historia política argentina desde su mirada como luchador social.
Ex Secretario General de U.T.E., ex Secretario Adjunto de C.T.E.R.A. y dirigente de la C.T.A., el compañero Nenna representa al sindicalismo de la educación más combativo desde la dictadura pero fundamentalmente contra el menemismo; en tiempos de la Histórica Carpa Blanca de la Dignidad Docente frente al Congreso.
Desde la Corriente queremos darle nuestro más cálido agradecimiento por acompañarnos, y saludar a todos los compañeros y compañeras de la Tendencia Nacional y Popular.
Desde Tucumán un gran abrazo que nos une en esta lucha.

21 de marzo de 2011

A 35 años del Golpe de Estado Genocida:TITO NENNA en Tucumán

El Compañero Francisco "Tito" Nenna, diputado de la Ciudad de Buenos Aires por el Encuentro Popular para la Victoria y referente de la Tendencia Nacional y Popular viene dará una charla en la Librería El Griego. Tito fue Secretario General de la CTERA y un luchador representado a su sector fundamentalmente frente a las políticas neoliberales de los 90. Actualmente desde la Legislatura es uno de los referentes que luchan contra las políticas de exclusión del Macrismo. BIENVENIDO COMPAÑERO!

20 de marzo de 2011

24 de Marzo: Unidad en la Acción para profundizar la Reparación.

Preparativos entre la Corriente de Pensamiento Popular y la Juventud Justicialista Libertaria para los actos conmemorativos por el 35 Aniversario del Golpe de Estado.




Nunca Más - Nunca Menos. Este jueves se cumplirán 35 años del Golpe de Estado Genocida. Planificado por los monopolios internacionales y la CIA pero también por los  monopolios nacionales. Implemetado por una Junta Militar pero también puesto en práctica, sostenido y fortalecido por un gran número de civiles que se beneficiaron con la persecución, la tortura y la represión.
Sabemos que la dictadura no vino solamente a aniquilar a toda la oposición política.
Entendemos que Martínez de Hoz no quiso solamente poner en práctica un sistema económico neoliberal. Estamos absolutamente convencidos de que un modelo de país y de sociedad instalaron a sangre, terror y fuego; y que el camino a la reconstrucción social debe ser obligatoriamente a través de la unidad de todos los sectores medios y populares sobre la base de ejes programáticos.
Es por eso que entre la C.P.P. y la J.J.L.  hemos planteado marchar juntos este 24 de Marzo. Pero no solos, sino convocando a todas las agrupaciones y espacios que tengan la convicción de que actualmente vivimos un proceso de transformación en nuestro país y que las condiciones objetivas del presente requieren de consenso y planificación para el futuro.
"Reparación Histórica es Justicia Social" es la consigna y la bandera donde nos encolumnaremos todos los espacios para acompañar a la Madres, las Abuelas, los Familiares y los HIJOS.
Por que entendemos que desde el 2003 vivimos tiempos de un Estado de Reparación de gran parte de las deudas históricas con el Pueblo; pero fundamentalmente porque por primera vez en 35 años de impunidad la consigna de Memoria - Verdad - Justicia no es un reclamo minoritario sino un homenaje y un acto de Justicia para todos y todas de cada uno de los 30.000, trabajadores y trabajadoras, luchadores y luchadoras populares.
La derecha y la reacción pretenden deslegitimar y boicotear los juicios a los represores; pero si entendemos que debemos avanzar por más Justicia y comenzar también los juicios a los civiles que fueron parte directa de la planificación del Terrorismo de Estado; hoy más que nunca tenemos que tener presente que solo la unidad  nos permitirá lograrlo para equilibrar la correlación de fuerzas.
Por que unidos somos fuertes pero organizados invencibles.

30.000 COMPAÑEROS DESAPARECIDOS: PRESENTES! 
AHORA Y SIEMPRE!




Gracias al Compañero Néstor Martín por su dedicación y su arte para los murales.



14 de marzo de 2011

Referentes del Pensamiento Nacional - Compañeros del Campo Popular.

Parte II
Envar "Cacho" El Kadri: fundador de las Fuerzas Armadas Peronistas, inspirador de miles de jóvenes.


Hubo un hombre en nuestra patria que acaparó las primeras planas de los diarios a fines de 1968. El motivo lo veremos más adelante. Cordobés de nacimiento, nacido en Río Cuarto un 1° de mayo de 1941. Hijo de inmigrantes libaneses, ex estudiante del liceo militar, abogado laborista. Con la última dictadura militar que asoló a nuestra Nación debió exiliarse en Beirut, Madrid y París. Fue productor cinematográfico de varias películas de Fernando Solanas como así también productor discográfico independiente. Falleció en Tilcara, Jujuy, el 19 de julio de 1998, de un ataque al corazón.

Se llamaba Envar El Kadri. Pero todos le decíamos "Cacho" y rápidamente debo dejar por escrito que fue él, a no dudarlo, mi hermano de lucha, de compromiso, de militancia. Ocupó, con creces en mi vida, el lugar de ese hermano de sangre que nunca tuve. Los jóvenes que lean esta nota deberán saber también que este curtido militante combatió a todas las dictaduras
militares que le tocó padecer (Lonardi, Aramburu, Rojas, Onganía, Levingston, Lanusse, Videla, Viola, Galtieri, Bignone) sabiendo que cada una de ellas era más sanguinaria y represiva que la anterior.
El derrocamiento del gobierno constitucional de Juan D. Perón, en 1955, lo sorprende en su temprana juventud. Dirá: "A partir de 1955, muchos jóvenes de 14 a 17 años nos sentimos inquietos y movilizados y preguntábamos por qué razón estaba proscripto el peronismo. No se podía nombrar a Perón, no se podía tener un retrato, una íolo de Evita, porque un grupo de sublevados toma las armas, el poder y proscribe y anula la Constitución por decreto".

"Cacho" siempre fue peronista, como lo fue la gran mayoría de nuestro pueblo. "Digamos que me formé en un hogar peronista. No de militantes, por el hecho de que mi padre era libanés. Además cuando vinimos a Buenos Aires -vivimos en el barrio de Ciudadela, primero- aprendimos en carne propia cómo era la lucha por la vida, Mi padre salía con las valijas cargadas de cosas de mercería -botones, hilos, agujas- que iba vendiendo hasta que instaló un negocito (...) Tuve la influencia de todo el medio ambiente en el cual me crié. Mis abuelos, mis tíos, todos eran peronistas... y para mí fue una cosa muy natural serlo: éramos los únicos privilegiados en esa época, fui a una colonia de vacaciones, vi una vez pasar a Evita a unos metros de mí".
Y así fue que El Kadri, al igual que millones de compatriotas, se anotó en la epopeya más grande y espectacular de que tenga memoria el pueblo argentino: la Resistencia Peronista.

"Nosotros comenzamos el activismo allá por el 57 en la esquina de Corrientes y Esmeralda. Allí nos juntábamos con gente en forma espontánea a cantar "la marchita" o simplemente silbarla y como en ese momentos estaba vigente el decreto 4.161 que proscribía al peronismo y su simbología, enseguida caía un carro de asalto de la policía y nos hacía circular. Cuando nos resistíamos nos dispersaban a palo limpio. Otras veces poníamos una foto de Perón o una de Evita colgada de un cartelito en el que estaba el número de la calle, y nunca faltaba un 'gorilón', que caía por el lugar y la intentaba sacar. Y, por supuesto, cobraba de lo lindo... Así nos fuimos conociendo con otros compañeros con los que formaríamos la primera Juventud Peronista: los hermanos Rearte, Rulli, el petiso Spina, Felipe Vallese, Tullí Bevilacqua y tantos otros".
Cabe mencionar que también tomaban parte en esta Juventud Peronista algunas chicas, verdaderas pioneras en la lucha por la liberación nacional y social de nuestra patria: "Estaban Bechi, Aída, Clarisa, Inés Sosa Molina que era hija del general peronista. Y cuando te hablo de ella me acuerdo que yo le daba mis anteojos cuando nos peleábamos en Corrientes y Esmeralda, para que me los guardara, y resulta que al final ella también se metía a repartir carterazos a troche y moche...".

La dictadura de Rojas y Aramburu no puede mantenerse en el poder y llama a elecciones con el peronismo siempre proscripto. Un acuerdo entre Perón y Frondizi da los votos peronistas a este último, quien asume la primera" > magistratura. Una vez en el gobierno, Frondizi comienza a hacer exactamente todo lo contrario a lo prometido en la campaña electoral y a lo firmado en el pacto con el líder exiliado. El pueblo en su conjunto, entonces, retoma la lucha. Frondizi tratará de "integrar" el peronismo al sistema,: volviéndolo dócil e inocuo en base a prebendas, concesiones y sobornos. Tratará de lograr lo que no pudo la violencia bruta y descarnada de sus antecesores en el cargo.
El presidente Frondizi a principios de 1959 ordena la privatización del Frigorífico Lisandro de la Torre. Los trabajadores disponen una huelga general revolucionaria que dura tres días y pone en vilo al país. Mi amigo Cacho participa de los acontecimientos: "Sebastián Borro y sus compañeros habían tomado el frigorífico y se habían atrincherado adentro. Después vinieron tropas del ejército, de la gendarmería, tanques y todo eso, rompieron las barreras, entraron y apalearon a todo el mundo y los metieron a todos presos. Nosotros, en esas pequeñas escaramuzas que hacíamos, rompíamos todos los faroles, por ejemplo de la zona de Mataderos, para que quedara el barrio a oscuras. El grupo nuestro, que era de la Juventud Peronista, desarmó a un policía. Y el policía vino como veinte cuadras corriendo atrás nuestro gritando que le devolviéramos la pistola 'porque sino se la iban a hacer pagar'. Y al final los muchachos se apiadaron y se la devolvieron. Hoy parece una cosa insólita, pero nosotros decíamos 'Bueno, es un trabajador'; 'La policía es peronista...', 'Son como nosotros...', es decir, habió un profundo respeto por la vida y la integridad física de los demás".

Frondizi cae en 1962 víctima de sus propias contradicciones. Luego de un interregno del Dr. Guido -elegido a dedo por los jefes de las tres armas y nadie más- llega a la presidencia el radicalismo, a través del gobierno del Dr. Arturo Illia, con solamente el 23% de los votos emitidos y el peronismo nuevamente proscripto. Un gobierno de naturaleza tan raquítica no podía perdurar mucho y en 1966 es interrumpido por otro golpe militar que impone como presidente de facto al general Juan Carlos Onganía. Un dictador cursillista y ultramontano, con ínfulas de emperador, que por ejemplo, inauguraba las actividades de la aristocrática Sociedad Rural de Palermo apoltronado en una carroza tirada por cuatro caballos.

En 1968 surgen bajo la dirección de "Cacho" El Kadri, las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP). Él nos aclara que: "Cuando nos cansamos de que los distintos dirigentes del peronismo de ese tiempo nos intentaran utilizar o condicionar en función de apoyos superficiales que nos otorgaban, cuando nos dimos cuenta que estaban cerradas todas las puertas de la legalidad, decidimos hacer las cosas 'a nuestra manera' y creamos las Fuerzas Armadas Peronistas. Nuestro objetivo principal era el de desarrollar la lucha 'por el retorno de Perón a la patria y al poder'. Un grupo compuesto por compañeros que provenían de varias provincias se instaló en Taco Ralo, Tucumán. Pero el intento fue abortado y fuimos detenidos 14 compañeros, entre ellos una mujer". El rostro de "Cacho", desaliñado, barbudo y con gruesos anteojos que le daban un aspecto de intelectual comprometido con el cambio revolucionario, ganó las primeras páginas de todos los diarios del país. "Extremista", "subversivo", "agente castro-comunista", "guerrillero marxista", fueron algunas de las definiciones que acompañaron su foto y su figura demacrada. Pero ese error de caracterización ideológica sería rápidamente disipado.
Busco en mis archivos y encuentro el primer comunicado de las FAP dado a conocer a su pueblo en noviembre de 1968.


Es una verdadera declaración de principios. Del mismo recupero: "Pertenecemos a la nueva generación peronista nacida a la lucha, en medio del estruendo de las bombas asesinas del 16 de junio de 1955 en Plaza de Mayo y los fusilamientos del 9 de junio de 1956 del General Valle y sus valientes compañeros. Nuestra juventud se lanzó a la lucha por la reconquista de la 'felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación' y muchos de nuestros compañeros Felipe Vallese, Mario Bevilacqua, Marcial Martínez, Santiago Pampillón y muchos más- pagaron con su vida la lealtad de nuestra generación a la Causa del Pueblo. En medio de este ambiente de violencia -fusilamientos, represión Conintes, leyes de emergencia, asesinatos, proscripción sistemática de la mayoría, etc.- elegido por la oligarquía como única forma de mantener sus injustos y anacrónicos privilegios, vimos a las fuerzas armadas convertirse en guardia pretoriana del sistema, defensora de la dependencia y pérdida de nuestra soberanía, así como en sistemáticos burladores de la voluntad popular, aún cuando ella se expresaba condicionada a las mismas reglas arbitrarias por ellos establecidas (...) Ante este estado de cosas y convencidos de la necesidad de lograr la Independencia Económica, la Soberanía Política y la Justicia Social en nuestra Patria, así como de la imposibilidad de hacerlo por otro medio que no fuera el de la lucha armada, grupos de jóvenes peronistas (FAP), al igual que nuestras montoneras gauchas y los descamisados que hicieron posible el 17 de octubre de 1945, decidimos iniciar la guerra revolucionaria como forma de señalarle al pueblo el auténtico camino hacia su propia liberación, porque como dijera nuestro Conductor: 'Al pueblo sólo lo salvará el pueblo' y como forma de disputarle al régimen el poder político en el único lenguaje que él entiende: el de la fuerza, cumpliendo así con el precepto constitucional de armarse en defensa de la Patria".
Este manifiesto, del cual El Kadri tomó activa parte en su constitución y redacción, fue ocultado por el régimen. La heroica decisión de estos jóvenes pareció en aquellos momentos sumergirse en el olvido, sin pena ni gloria. 
Graso error. Seis meses más tarde estallaba "el Cordobazo". Y de ahí en más comenzó la cuenta regresiva para el régimen. El 17 de noviembre de 1972, Perón regresaba a la Argentina. En marzo de 1973 hubo elecciones y triunfó el peronismo. El mismo Perón fue elegido presidente por medio del voto en octubre de ese mismo año. Evidentemente la lucha que allá por 1957 comenzaron "Cacho" y sus compañeros no fue en vano.

El resto es parte de una historia más reciente y compleja, imposible de desmenuzar en la brevedad de este artículo.
Cierta vez le preguntaron a Él Kadri si podía hacer un balance de la historia reciente y de su participación en ella. Contestó con una frase antológica digna de ser exhibida, cada vez que sea necesario, a las nuevas generaciones de argentinos: "Perdimos, no pudimos hacer la revolución. Pero tuvimos, tenemos, tendremos razón en intentarlo. Y ganaremos cada vez que algún joven lea estas líneas y sepa que no todo se compra ni se vende y sienta ganas de querer cambiar el mundo".
Así pasó "Cacho" por este mundo: leal, combativo, transparente, solidario, contestatario, noble, valiente, sanguíneo. Siempre puso sus conocimientos e inteligencia al servicio de las causas populares y dentro de éstas encontró en el peronismo la razón de su vida... Permítaseme honrarlo con este escrito, en homenaje a su memoria.

Autor: Roberto Baschetti, sociólogo e historiador. Autor de "Documentos de la Resistencia Peronista".

El Kadri textual:


"Perdimos, no pudimos hacer la revolución. Pero tuvimos, tenemos, tendremos razón en intentarlo. Y ganaremos cada vez que algún joven lea estas líneas y sepa que no todo se compra ni se vende y sienta ganas de querer cambiar el mundo."


"La derrota de un proyecto de país liberado, con justicia social con soberanía política y con independencia económica se va a ir revirtiendo en la medida en que seamos capaces de construir desde nosotros mismos ese mundo solidario, más justo, más fraterno, más igualitario que soñamos y por el cual luchamos."


Reportaje de Héctor Méndez, publicado en el diario La Capital de Rosario, abril 1996.

¿Cuales fueron las principales motivaciones que tuviste vos y tu generación para participar activamente en la política?

"Creo que la primera de todas es un profundo sentido de rebeldía ante la injusticia. Habíamos visto como el gobierno constitucional de Perón era derribado por un grupo que se arrogaba la representación de todo el pueblo argentino, y que como sabían que por el lado de las urnas no podían vencer al peronismo de aquella época, decidieron dar un golpe salvaje. Esto nos movió mucho internamente ¿Cuál era nuestro sentido? ¿Qué debíamos hacer? ¿Quedarnos en nuestras casas y aceptar pasivamente eso que estaba ocurriendo? Entonces muchos jóvenes de mi época decidimos que no, que habíaque levantar las banderas de nuestros ideales, que no podíamos admitir que hubiera ciudadanos de primera que eran los "democráticos", y ciudadanos de segunda que éramos los peronistas. Entonces dijimos que esto no nos deja otro camino, otra forma de participación que el de la lucha, y ahí fue cuando nos organizamos ya por los años 57, 58 en los primeros comandos de la Juventud Peronista.

¿Que hechos concretos realizaban?

Era más bien ganar la calle y hacer actos de presencia, lo que después de llamaría agitación. Nosotros no conocíamos esos nombres, lo hacíamos empíricamente, un poco inorgánicos, como una forma de decir "aquí estamos".

¿Como evoluciona en ustedes la idea de la lucha armada?

Brevemente te diré que es el método de la prueba y cada prueba que hacés vas fracasando entonces vas pasando a otro método. El primero fue de agitación. El segundo fue el de acompañar como grupo de civiles a los intentos de golpes de militares llamados peronistas; nosotros decíamos "así como a Perón lo derribaron por medio de una conspiración y con elementos civiles que lo apoyaron, si nosotros tenemos
militares peronistas que dan un golpe, hacen una conspiración, sublevan las tropas y nosotros apoyamos, va a ser posible que Perón vuelva". Varias veces nos convocaron y se reunían y se preparaban los planes,que eran planes de papel nomás, porque en la práctica...
Perón anunció que volvía al país para colaborar a la unión nacional, nosotros decíamos: "general no lo van a dejar venir, es imposible" yo había estado con Perón en octubre del 63, entonces como venía con todas las ideas de la revolución y que teníamos que organizarnos, Perón dijo: "Yo vuelvo como prenda de unidad y paz entre todos los argentinos y voy a anunciar públicamente que el año 64 va a ser el año del retorno. Si este gobierno, que dice ser democrático no me permite el retorno entonces quedará abierto el camino de la violencia", finalmente Perón tomó un avión a Río de Janeiro, los militares brasileños lo detuvieron a pedido del canciller argentino y lo mandaron de vuelta para allá, nosotros a partir de esa fecha quedamos en libertad de acción dijimos que algo vamos a hacer, no es posible que siga el peronismo proscripto.
En el año 66 quedó abierta la vía de la lucha armada por todos los medios, los militares prometen gobernar por veinte años, prometen ser los reorganizadores del país, van a ser una nueva república y van a ser un voto calificado ¿por qué? ¿nosotros que somos?, y otra vez, con ese gobierno militar de Onganía la variante de ajuste pasaban a ser los trabajadores, otra vez la misma excusa de que había una necesidad de cerrar los ingenios que eran estatales, que había que privatizarlos, había que echar a la gente a la calle, entonces allí hubo para nosotros un punto de inflexión y ahí fue donde
decidimos organizarnos para la lucha armada, una parte rural otra parte urbana, y enfrentar a los militares en el único terreno que ellos nos dejaban, que era el de la lucha armada.

¿Qué fue Taco Ralo?

Taco Ralo fue parte de esa experiencia, los compañeros del Movimiento de la Juventud Peronista de todo el país, éramos los más concientizados o más convencidos de que éste era el único camino, no por haberlo leído, sino por experiencia propia de vivir nuestra historia, de sufrir nuestra propia historia contemporánea. Nos organizamos, un grupo iba a preparar un campamento en la zona de Tucumán, previamente se instalaban en un lugar para aclimatarse y para prepararse físicamente, una vez que estuviera completado el adiestramiento, la capacitación y la preparación física pensábamos dirigirnos a la zona de El Cochuna, en los montes tucumanos, para iniciar esta presencia guerrillera y simultáneamente con eso en las ciudades iban a aparecer los destacamentos, que se iban a llamar Destacamentos Descamisados Eva Perón,
para hacer acciones espectaculares, propaganda armada y con todo eso pensábamos que íbamos a movilizar y arrastrar a todo el peronismo y a toda la gente, lo cual de alguna manera fue así aunque no bajo nuestra dirección, sino que se dio en una forma más espontánea, más generalizada, con la aparición de otras organizaciones peronistas y no peronistas.

¿Lo de Taco Ralo, lo tomaron como un fracaso?

Desde el punto de vista de lo que fuimos a hacer fue un fracaso, no hay que tenerle miedo a las palabras, para nosotros fue como un mazazo, de esos que te dejan drogui.
Después vino el reconocimientos de toda la gente, se hizo un plenario, el mayor Alberte que era delegado de Perón en esa época sacó un comunicado diciendo que era mentira que éramos comunistas y queríamos suplantar la bandera argentina por el trapo rojo como decía el gobierno; y eso nos reconfortó, hubo una repercusión de ese fracaso.
Uno con el fracaso puede hacer una novela de llorar y estar lamentándose toda la vida,
o puede convertirla en una campana de largada de algo, en nuestro caso de inmediato la solidaridad de la gente, el hecho de que nos reconocieran como militantes, el hecho de que no hubiera ninguna duda de que todo lo que habíamos hecho estaba en función de la lucha y la revolución hizo que nos sintiéramos reconfortados.
La cárcel fue en ese sentido una especie de beca, una beca para aprender, estudiar, estar cada vez más convencidos de que teníamos razón, Perón también nos hizo llegar una hermosa carta de solidaridad en el año 69, todo eso nos llevaba a nosotros a sentirnos como parte del movimiento que se puso en marcha. De manera que fue un fracaso pero fue como una campana de despertar y de ponerle frente al hecho consumado, concreto, que un grupo de jóvenes argentinos sin ayuda de nadie, sin apoyo exterior, sin el oro de Moscú o la plata de Cuba, había tomado la decisión de llevar adelante una lucha revolucionaria y la habían empezado a hacer, no se habían quedado en un palabrerío, por supuesto que estaban dadas las condiciones objetivas y subjetivas, había una dictadura, se habían anulado todas las actividades políticas, se había intervenido a la universidad, no es que nosotros un día nos despertamos como rebeldes o violentos y decidimos cambiar el mundo, sino que veníamos de esa larga militancia a pesar de nuestra juventud y de haber sido contemporáneos de todo ese proceso de ataque a los valores de la soberanía popular, de la democracia y conquista de los trabajadores.

¿Qué impresión tuviste cuando saliste en libertad en el '73?

La verdad que muy buena. Había un ascenso tan grande de las movilizaciones populares y de la lucha armada que parecía que estábamos al borde de la revolución. Esta idea del borde de la revolución es buena, porque también uno puede estar al borde del precipicio, estábamos al borde y confundimos ese gran apoyo y esa gran participación popular en todo el movimiento que sirvió de resistencia a la dictadura y que la acorraló y la obligó a dar elecciones y permitir que participara el peronismo y que Cámpora ganara en la
primera vuelta. Esa fue una gran confusión de creer que todo el gran apoyo que
había al movimiento de revuelta y resistencia a las dictaduras de Onganía, Levigston y Lanusse era un apoyo directo a los postulados de cada organización, llámese Montoneros, ERP, FAP o FAR que ya tenían, por un mecanismo interno de ideologización otros objetivos, que no eran solamente el retorno de Perón por ejemplo como el caso nuestro, sino que también eran el retorno de Perón, la toma del poder, la patria socialista, la construcción del socialismo nacional, la expropiación a la oligarquía, un cambio realmente revolucionario, prácticamente era como si el que hubiera tomado el poder hubiera sido el pueblo en armas, cuando en realidad era una retirada del gobierno militar con condicionamientos, que igual Cámpora no aceptó ninguno, pero que estaban allí intactas, no era que habían sido derrotadas y diezmadas en una batalla, están los
tipos acumulando bronca que después iban a desatar en 1976, aún antes con el apoyo que le daban a la Triple A y todos los grupos paramilitares que salieron a matar a los compañeros.

¿Fue un revés de esas organizaciones o del pueblo que no quiso hacer suyas esas reivindicaciones?

Los pueblos en ese sentido tienen tiempos diferentes a los de la organizaciones. Las organizaciones que están conformadas por hombres de carne y hueso que tienen una vida concreta, muchos habían muerto, habían dado su vida en aquellas batallas, termina uno creyendo que todo se mide con la corta vida de uno, que el cambio tenía que hacerse ahí, en ese momento, en esa hora, en esa encrucijada histórica. La revolución es un proceso lento, es un proceso de acumulación, ese proceso de acumulación las organizaciones lo apresuraron, creyendo que porque movilizaban 50 mil personas en una manifestación ya era suficiente para vencer la estructura del estado capitalista demoliberal-burgués e instaurar este gobierno revolucionario que por supuesto iba a ser conducido por los dirigentes de esas organizaciones. En el fondo se trataba de imponer la voluntad de esas organizaciones, no había un plan de convocar a todo el pueblo.
En nuestro país se creía que porque se leía un manual de marxismo-leninismo ya se estaba en condiciones de saber como se tomaba el poder o se manejaba un país y ya todos éramos economistas o ministros.
Creo que en ese momento la gente quería un respiro, veníamos de ocho años de dictadura, la gente quería mejorar su situación. La revolución se mide también por reformas que se van acumulando hasta un punto que esas reformas son tantas que más que reformas es una revolución. Quisimos forzar los tiempos de la historia, no fuimos capaces de ver que los pueblos tienen otros tiempos, y había que haber respetado esos tiempos.
La gente entre el tiempo y la sangre elige el tiempo, dice que no vamos a sacrificar lo poco que tenemos, consolidémoslo. No es tan lineal todo, porque hubo muchos grupos que trataron de parar eso, el Peronismo de Base con esa idea de construir una organización independiente de los burócratas o de los traidores y trabajar con las bases, dentro de Montoneros también hubo expresiones que veían eso y trataban de parar la pelota, pero ya los tiempos se habían agotado y la dictadura militar se instauró para acabar con cualquier tentativa aún reformista o contestataria, no hablemos ya de una tentativa revolucionaria.

A partir del golpe militar se consolida un modelo de país distinto al que ustedes tanto pelearon ¿Cómo vivís esa derrota?

Mal, muy mal. Porque es cierto, como modelo de país no es este el que soñamos, no es este el país por el cual lucharon y entregaron su vida nuestros compañeros, este es el país del individualismo, del no te metás, del sálvese quién pueda, de la exclusión social, del modelo económico que beneficia a unos pocos y deja con el rótulo ahora de marginales a la mayoría de la población.
Éste es el mayor mérito de la dictadura, que a pesar de haber sido derrotada políticamente, su proyecto económico, el proyecto económico que ya sustentaron
en el 55 cuando nos quisieron meter de prepo al Fondo Monetario Internacional, éste organismo creado por los norteamericanos sobre todo para distribuir las ganancias y hacer que siempre el producto del comercio de las naciones fuera a parar a sus manos.
Todo eso lo vivo con una gran tristeza, pero al mismo tiempo no nos han vencido, porque somos muchos los que inorgánicos, independientes, fuera de los partidos o modelos existentes seguimos pensando que es posible construir otro país, que es posible transformar las relaciones de competencia, de pisarle la cabeza al que está al lado, de trepar, de ganar, este modelo que nos han puesto como el único posible,
el modelo del triunfador, del que viaja al extranjero, toda esa obscena exhibición de riqueza al lado de gente que no tiene ni para el mate cosido ni para el transporte.
Creo que es posible todavía un país diferente y hacer de esta gran derrota, de éste gran terrible modelo económico y militar que aplicó la dictadura, ir construyendo una esperanza, ser pacientes, perseverantes, innovadores, ser capaces de construir herramientas diferentes de transformación de la realidad, más chiquitas, sin soñar con las grandes organizaciones que quieren cambiar todo de una vez y para siempre, sino seguir cambiándolas de a poco en nuestro barrio, en nuestra facultad, reaccionando ante cualquier injusticia, siendo capaz de comprometerse, de ensuciarse, de meterse donde aparentemente a uno le dicen: "no, ¿para que te metés?, ¿vos que tenés que hacer en esto?, vos no sos villero, no sos obrero". No, yo siento como propia esta injusticia, yo me meto para cambiarla.

Así creo que esa derrota de un proyecto de país liberado, de un proyecto de país con justicia social, con soberanía política y con independencia económica se va ir revirtiendo en la medida de que cada uno de nosotros seamos capaces de construir desde nosotros mismos ese mundo solidario, más justo, más fraterno, más igualitario que soñamos y por el cual luchamos.

Extraído de www.envarelkadri.com.ar

Primera Victoria electoral del Kirchnerismo

Análisis de Medios.
Luego de 20 años de gobernar la hermana Provincia de Catamarca, el cobista Frente Cívico y Social perdió frente a la candidata oficialista Lucía Corpacci.
A continuación presentamos cómo algunos medios cubrieron la noticia en sus portadas; de qué manera titularon y cuán jerárquica ha sido la nota para cada uno de ellos.
Desde la Corriente consideramos este un triunfo fundamental: no por lo que representa cuantitativamente el electorado catamarqueño; sino por lo que representó en la campaña de Corpacci la presencia de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Hasta la oposición tuvo que reconocer que fué decisiva la visita presidencial.
Los candidatos perdedores Eduardo Brizuela del Moral ( FCyS 45 %) y Liliana Barrionuevo (Peronismo Disidente 2%) intentaron en vano desnacionalizar el resultado; pero tanto para los radicales Cobos, Sanz y Alfonsín como para el candidato de la derecha peronista Duhalde ha sido un duro golpe.
Ahora nosotros nos preguntamos: si el kirchnerismo hubiera perdido... cuáles serían estos titulares?


La Unión: eufóricos.

El Ancasti: revisionistas.

Clarín: casi no se dió cuenta que hubo elecciones.

La Nación: enojados con la UCR.

La Gaceta: moderados.

Página 12: y bué... a lo Página 12..

13 de marzo de 2011

"Quiero que sepan que ustedes tienen la inmensa oportunidad histórica de participar en la construcción de un país diferente; de un país en el que no vienen a luchar contra alguien, sino que por algo"

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACION CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE HOMENAJE POR EL 38 ANIVERSARIO DEL TRIUNFO ELECTORAL DE HÉCTOR CÁMPORA, EN ESTADIO DE HURACÁN, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES.





Gracias, muchas gracias a todos los compañeros y compañeras, que hoy se han congregado aquí: quiero decirles a todos y a todas que esta tarde, aquí en Huracán, no está la Presidenta de la República, está la compañera de todos ustedes. (APLAUSOS). Y como compañera quiero pedirles a todos y a todas que este acto, de este 11 de marzo, sea en recuerdo y en homenaje a quien fuera mi compañero de toda la vida. (APLAUSOS).

Hace exactamente apenas un año, y parece una eternidad, él les hablaba a todos ustedes, desde Ferro. Yo quiero venir a recordarle, como se recuerda al militante con el compromiso de que la lucha que él inicio - un 25 de mayo del año 2003 - es la lucha mía por construir la Argentina que él tanto soñó y por la que tanto trabajó sin descanso, sin desmayo entregando lo mejor de sí. (APLAUSOS).

Quiero también decirles que estaría contento y orgulloso de ver a miles y miles de jóvenes, que como él y como yo, aquel 11 de marzo tenía yo apenas 20 años; en una de las tribunas está mi hija Florencia, que también tiene 20 años, como yo tenía aquel 11 de marzo de 1973. Florencia me pedía que fuera puntual, porque se estaban muriendo de calor.

Yo quiero decirles que vengo también a reconocer que hay otro país diferente, afortunadamente, de aquellos tiempos y de todos los tiempos de estos últimos doscientos años en que las luchas nacionales y populares por construir un país independiente y soberano tuvieron largas marchas y contramarchas.

Si uno piensa no solamente en los jóvenes de aquella etapa, si uno piensa en los jóvenes que construyeron aquel 25 de mayo de 1810, y los que vinieron más tarde a lo largo de toda la historia del campo nacional y popular podrá observar que eran siempre jóvenes que se incorporaban a luchar contra algo porque había algo que los oprimía: o era el yugo colonial o eran las dictaduras las que no dejaban expresarse al pueblo. Por primera vez ustedes - generación del Bicentenario - se están incorporando a la política no contra alguien, sino por alguien, por una historia, por la Argentina por seguir mejorando las cosas. (APLAUSOS).

Ustedes no tienen idea - porque son muy jóvenes - mis compañeros, muchos de ellos que compartimos también años de militancias me van a entender. Pero quiero que sepan que ustedes tienen la inmensa oportunidad histórica de participar en la construcción de un país diferente; de un país en el que no vienen a luchar contra alguien, sino que por algo; en un país donde es posible volver a soñar y donde con alegría y no con dolor, en donde con amor y no con odio, queremos convocar a toda la sociedad. Es una construcción política diferente, siempre en nuestra historia las construcciones políticas, aún las del campo nacional y popular, se hacían en base a las contradicciones o contra algo. Hoy estamos construyendo con un profundo amor por las cosas logradas y con una profunda demanda por profundizar esos cambios para que puedan llegar a todos los argentinos. No, no hay que darle gracias ni a mí ni a él porque hay otra cosa que tenemos que hacer, más importante todavía.

Siento que a lo largo de la historia el campo nacional y popular - liderado por hombres o por mujeres, cuando esos hombres o mujeres ya no estaban era como se desperdigaba porque faltaba la construcción orgánica; porque faltaba la construcción política e institucional que no hiciera depender la transformación y el cambio de una o dos personas. Ese es el gran desafío que tenemos hoy los argentinos y que tienen los jóvenes: cómo hacer para que tanta lucha no sea en vano, cómo hacer para homenajearlo, cómo hacer para que su presencia sea definitiva y la de tantos otros. (APLAUSOS). Construir sobre las coincidencias, aprender a construir los argentinos y sobre todo los jóvenes no sobre las diferencias, que así se ha construido durante tanto tiempo, y entonces todo duraba poco porque faltaba que algo fallara, que no estuviera una coma, que faltara una letra o una oración para juzgar que entonces no se era nacional o popular.

Quiero decirles a todos ustedes, que cuando incorporen a otros argentinos no les pregunten de dónde vienen, no les pregunten cuál es su historia o su partido, pregúntenles si están de acuerdo con que la Asignación Universal por Hijo sirve para que millones de niños tengan derecho a la educación y a la salud. (APLAUSOS). Y también, quiero que les pregunten si están de acuerdo con que tenemos que seguir industrializando el país y agregando valor para seguir generando trabajos más calificados para todo los argentinos. (APLAUSOS) Quiero que les pregunten si tenemos que seguir poniendo en la educación pública en todos sus niveles el esfuerzo y los recursos, y si tenemos que seguir aún poniendo más; quiero que le pregunten si necesitamos seguir inaugurando - como hace unos días - universidades públicas y gratuitas para que tengamos realmente niveles de igualdad; quiero que le preguntan si necesitamos proteger el trabajo nacional, la producción nacional y el desarrollo de nuestra industria; si necesitamos también seguir desarrollando un fuerte mercado interno que impulse también a que exportemos más y mejor porque generamos más y mejores puestos de trabajo; quiero que le pregunten si quieren ser un país donde los derechos humanos son una bandera de toda la sociedad, sin ninguna distinción de ideología o partido, porque es lo que nos diferencia de la barbarie. (APLAUSOS)

También quiero que le pregunten si como argentino se siente parte de esta América del Sur, de este MERCOSUR, de esta UNASUR, si se siente profundamente latinoamericano y siente orgulloso de su identidad, de su pertenencia, de su historia; quiero que le pregunten si está de acuerdo con una sociedad que da derechos igualitarios, que amplía el abanico de posibilidades y que nos convierte a todos un poquito más iguales todo los días. (APLAUSOS)

Si están de acuerdo con esas cosas forman parte de esta historia y de este espacio, lo demás es anécdota o vanidades personales.

Quiero homenajearlo a él, nunca he conocido a nadie tan alejado de las vanidades personales y de las banalidades como él. No le importaba nada de lo que suele inclusive importarme a mí por ahí como mujer. Nadie tan despojado de las cuestiones que por ahí distraen en la política y nos hacen ver diferencias donde no las hay. (APLAUSOS).

Por eso quiero rescatar la historia, pero también quiero una juventud que construya su propia historia, como la hicimos nosotros; ustedes son la generación del Bicentenario (APLAUSOS).

Les pido que tengan ejemplos, pero que sean ustedes mismos, cada uno de ustedes, cada una de las horas, porque créanme que el gran vínculo que nos une a todos - desde 1810 a la fecha - es el inmenso compromiso por los intereses de la nación y con los intereses del pueblo, que son la misma cosa, nación y pueblo, pese a que algunos quieran diferenciarlo. No hay pueblo sin nación ni nación sin pueblo. (APLAUSOS).

Yo les pido que construyendo su propia historia, su propia identidad, también están construyendo la historia de todos nosotros. Nosotros no imitamos a nadie, porque en fin, cada uno es producto de la época y de la historia y del momento histórico en que le toca vivir. Y este momento histórico, de esta Argentina, impensable hace apenas 10 años; estamos solamente a una década del desastre más formidable del que se tenga memoria, y aquí está la Argentina de pie, con dignidad, con libertades, con libertades como nunca tuvo en su historia. (APLAUSOS).

Me atrevo y desafío que me digan si hubo un momento de mayor densidad y profundidad democrática, donde cada uno pudo expresarse como quiso y cómo quiere respecto de todo que esta Argentina que estamos viviendo hoy. (APLAUSOS). Y esto nos tiene que llenar a todos de orgullo, pero también de una inmensa responsabilidad; la responsabilidad de profundizar a la organización popular, de abandonar vanidades y cuestiones dirigenciales que solo sirven para alejar a la gente de la política y creer que solamente esto es una feria de vanidades.

Nuestro gran compromiso es a través del ejemplo diario y cotidiano, cualquiera sea el lugar que nos toque desempeñar; dar el ejemplo de humildad, de trabajo, de convicción para poder, entonces sí, seguir construyendo esta Argentina que tanto nos costó.

Falta mucho, ¡claro que falta! Pero es, precisamente, con la certeza de poder construir lo que se ha construido, lo que nos debe animar para seguir el camino y no abandonarlo.

El gran desafío es que el campo nacional y popular pueda institucionalizar; pero no, eso no se hace a través de una ley o de un decreto. La institucionalización de un modelo de país es cuando se hace carne en el conjunto de la sociedad porque visualiza que ese es el camino más acertado como país y como nación.

Para eso hemos debido luchar contra una fuerte subordinación cultural impuesta históricamente por la historia falsificada desde 1810 a la fecha.

Yo hace unos días, cuando inaugurábamos la Facultad de Ciencia Económicas de la Universidad Nacional de Buenos Aires -la primera la inauguró Perón, la segunda la inauguramos nosotros-, yo hablaba y decía que muy pocos argentinos saben, por ejemplo, que la gratuidad de la universidad pública argentina fue instaurada por un decreto firmado por el general Perón. La universidad nacional pública es gratuita por un decreto del presidente Perón en su primera presidencia. Yo los desafío a que cuántos de nosotros mismos también sabíamos estas cosas.

Por eso digo que es importante que el frente nacional, popular y democrático construya esta institucionalidad, que también es cultural, de saber contarle a los argentinos, pero fundamentalmente no contarle a partir de relatos de fantasía, sino a partir de que puedan ver, tocar y palpar cada uno de los logros que hemos tenido con nuestros jubilados, con nuestros pensionados, con nuestros trabajadores en las convenciones colectivas de trabajo, más de 1.800, luego de haber estado aplastadas durante décadas.

Este es el gran desafío, porque lo otro, "la Argentina del no se puede", la Argentina de la subordinación, la Argentina que le decía a él, cuando decía que iba a pagar la deuda pero no con el hambre de los argentinos, sino teniendo en cuenta también los intereses de la patria, que estaba loco; de él cuando decidió cortar el nudo gordiano que significaba la dependencia permanente con el Fondo Monetario Internacional y terminar con esa deuda y también lo criticaron.

También, cuando en un hecho histórico en Mar del Plata, en el 2005, encabezó como presidente en la Cumbre de las Américas el rechazo a aquel nuevo estatuto del coloniaje. Eso lo hizo él.

Ahora, mirado desde lejos, parece fácil, pero qué difícil, cuánto ataque injusto, cuánta crítica artera, cuánta pelea y discusión inútil, cuánto tiempo perdido.

Otra de las cosas que les quiero pedir: no pierdan tiempo, no se enrosquen ni se dejen enroscar en discusiones bizantinas que no tienen nada que ver con lo que le importa a la gente y con lo que le importa a la sociedad. No cometan errores que sí hemos cometido nosotros cuando éramos jóvenes.

Yo quiero para terminar, contarles algo tal vez familiar. El pasado 11 de marzo, hace un año, yo no estaba aquí, había ido a Chile a la asunción del nuevo gobierno y justo me pescó -¿se acuerdan?- una réplica del terremoto que había asolado a los hermanos chilenos. Yo decía "un año, otro terremoto". He leído tantas tonterías en estos últimos días, lo único que faltaría es que dijeran que los 11 de marzo se provocan terremotos, porque qué pavadas que se escriben y que se dicen, ¡por Dios!

Pero quiero contarles que cuando volví y nos encontramos al otro día, él me contó de aquel acto del 11 de marzo y me dijo que había sido un acto diferente, que ese día se habían comenzado a reconstruir vínculos, cercanías, proximidades.

Después lo vivimos en el Bicentenario, ese 25 de Mayo memorable, donde todos los argentinos nos reencontramos con nuestra propia historia y nuestra propia identidad. Y creo que su último acto de servicio fue también ese 27 de octubre cuando descubrimos de repente cuántas cosas había hecho y qué poco lo habían reconocido. Perdónenme, pero tengo que decirlo, se me va a romper el corazón si no lo digo. 

No quiero ponerlos tristes, quiero que estén alegres y que lo recuerden como él fue, alegre, por sobre todas las cosas, siempre encontrándole el lado bueno y optimista, no le echaba la culpa a nadie, le metía para adelante. Desde que lo conocí, en los peores momentos que vivió la Argentina y que vivimos tal vez nosotros, en términos personales siempre fue así. Por eso, quiero recordarlo como yo sé que a él le gustaría: con alegría y con compromiso, con convicción y con decisión.

Quiero, finalmente, agradecer a todos ustedes este homenaje que nos hacemos a nosotros mismos, también a él, a los argentinos; solidarizarme también, junto a todos ustedes, con esa desgracia inmensa, esa tragedia inmensa del pueblo del Japón, también queremos estar allí y lo vamos a hacer como estuvimos en Chile, porque los argentinos somos solidarios, nos importa lo que le pasa a los demás.

Y quiero pedirles, para terminar, en nombre de él, que construyamos con amor, que el odio que algunos quisieron derramar sobre nosotros, respondamos con amor. No hay mejores batallas que las que se ganan con el corazón; no hay mejores victorias que las de la buena onda, el optimismo y la fe en Dios. Esas son las cosas que valen, esas son las cosas que duran y perduran en la memoria de los pueblos.

Por eso, en nombre de él y también de mis hijos, quiero decirles que muchas gracias por todas las muestras de cariño y de fe, que muchas gracias por lo de "fuerza Cristina". Yo siento en cada palabra la fuerza de él y sé que él está definitivamente entre todos nosotros, ya nada ni nadie lo podrá borrar y eso es tal vez, lo que él en el fondo quería, que su nombre, en representación de miles y miles anónimos, que dieron su vida y que no pudieron ver esto, estén representados en él. Por eso nos acompañan las Madres, por eso nos acompañan las Abuelas, que no están con cualquiera, que no confían en cualquiera.

A ustedes y a todos, desde el corazón, muchas gracias, muchas gracias, muchas gracias.
A seguir trabajando por Argentina, a seguir trabajando por el pueblo, por la Nación, por la patria, siempre por la patria.
Gracias, Argentina. (APLAUSOS)

9 de marzo de 2011

Pueblos Originarios en Argentina: Entre la reparación histórica y la represión permanente.

Pequeños aportes de un winka. Parte I.
Por Federico Casinelli.


Pachamama. Carnaval. Celebración. Desalojos desde el Sur al NOA. Asesinatos en Santiago, Tucumán y Formosa. Es la permanente dicotomía de más de 1200 comunidades indígenas a lo largo y ancho de este territorio nacional; que disputan sus tierras ancestrales contra un enemigo demasiado desigual.
La temática indígena en los últimos tiempos se ha visibilizado como nunca antes en los 200 años de este Estado Argentino. Por una voluntad política desde los mismas organizaciones de  base marcadas por un mayor desarrollo; y simultáneamente por la reacción y represión para debilitarlas.
Represión pública – represión privada. Los indígenas pagan con sangre, pobreza y destierro el avance de la frontera agropecuaria y la depredación del negocio inmobiliario.
En el año 2006, un proyecto de las entonces diputadas nacionales Alicia Kirchner y Liliana Fellner y con mayoría parlamentaria daba el puntapié inicial de una medida reparatoria histórica con los Pueblos Originarios. La Ley 26.160 ponía el énfasis en dos aspectos fundamentales: por un lado ordenaba el cese de todos los desalojos y procesos judiciales; y por el otro le indica al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas la responsabilidad de llevar adelante un Relevamiento Técnico, Jurídico y Catastral de los territorios actualmente ocupados.
Se ponía en práctica una herramienta técnica con una inédita voluntad política: la distribución de la tierra.
Pero la lucha por la tierra es la propia historia del hombre. Las corporaciones toman cuerpo, nombre y apellido; y se niegan a perder privilegios. Y si algo aprendieron las corporaciones en el extenso camino del capitalismo es a organizarse y operar. Políticamente. Criminalmente.
El Poder Judicial, el principal enemigo de la 26.160, ha manifestado incansablemente la constante connivencia entre los poderosos de turno, terratenientes, agroempresas y mineras. Todos usurpadores.
Pero a lo que quien escribe pretende llegar, es a preguntarse: ¿Cuál es el rol de la sociedad en general?
La difusión del video del terrible e impune asesinato de Javier Chocobar (dirigente del Pueblo Diaguita fusilado el 12 de Octubre de 2009), parecía marcar un camino sin retorno en la opinión pública. Pero una vez más la clase media argentina miró hacia el costado. Los “indios” son simpáticos hasta que defienden lo que les corresponde, entonces se convierten en oportunistas, truchos y avivados. La reacción siempre encontrará calificativos para escapar a una obligación social.
Pero hay un factor fundamental y constitutivo de esta sociedad que es trascendental para el resto de su historia y por ende condenatorio: es que somos una sociedad fundada sobre las bases de un genocidio étnico y cultural.
Y entonces quien escribe insiste en preguntar: ¿Cómo podemos apartar nuestra historia de La Historia? ¿Desde dónde y con qué parámetros se juzga el derecho a la propiedad comunitaria indígena, al campesino pobre nacido y criado en esos territorios?
La mirada europea, nuestra concepción de propiedad privada; de poseer las cosas en lugar de ser parte de; es lo que nos ata como sociedad pero fundamentalmente como individuos.
Romper nuestras propias cadenas es una necesidad que nos urge como colectivo social, y acompañar este proceso de crecimiento y fortalecimiento de todas y cada una de las comunidades indígenas es una obligación moral ineludible.
Mientras tanto Jallalla Pachamama. Kjusilla kjusilla.

8 de marzo de 2011

Referentes del Pensamiento Nacional - Compañeros del Campo Popular

No sólo para defender las ideas es que hay que estudiar el pasado. No sólo para tener elementos discursivos e ideológicos es que hay que leer y releer el pensamiento de aquellos que trascendieron por sus hechos y sus ideas.
Sino también para analizar los procesos históricos. Los errores, los aciertos, los diversos caminos trazados a través de la historia de Nuestro Pueblo; el Argentino, pero fundamentalmente el Latinoamericano.
De lo contrario todas las experiencias pasadas serán finales en sí mismos. Nunca habrá un aprendizaje cultural generación tras generación.
Ese es el objetivo del enemigo: una historia oficial construida por el poder dominante. Arrasar con la memoria de los pueblos, con sus experiencias y sus dirigentes.
La idea de este espacio es poder rescatar a aquellos de los que consideramos que necesitamos recordar para aprender.
Hoy:
Bernardo de Monteagudoel prócer olvidado



Bernardo de Monteagudo fue uno de los más importantes ideólogos de la independencia americana. Mano derecha de Juan José Castelli y José de San Martín (también colaboró con Simón Bolívar) convierte su palabra en la mejor herramienta para terminar con el yugo español en América. En este sentido, su camino lo transita mayormente en las letras y en el periodismo, aunque también se destaca como un hombre de acción revolucionaria.

Para la historiadora Elena Altuna: “su actuación no fue secundaria, sino complementaria de la de los libertadores y la ejerció, fundamentalmente, en el terreno de las ideas. Los escritos de Monteagudo conservan el valor de la prédica”. Su discurso revolucionario nace a partir de la lectura histórica y la filosofía clásica, pero con una profunda observación de los hechos y del proceso emancipatorio. 

En el plano de la acción Monteagudo insiste en que es menester realizar con hechos y no con palabras la revolución. Así escribe: “Necesitamos hacer ver con obras y no con palabras esos augustos derechos que tanto hemos proclamado”. Esto lo lleva a comprender que la independencia o sea la ejecución del acto jurídico no hace más que confirmar un derecho natural previo. 

Castelli y Monteagudo, ambos fervientes morenistas, entendían que por derecho natural todos los hombres eran iguales y como ciudadanos debían participar con las mismas atribuciones en la conducción política de la sociedad. Por esto no es casual que entre ambos redacten la proclama de Tiawanaku donde se declara los derechos de los indios.Y esa línea de pensamiento del tucumano se extiende a otros actores sociales del momento, cuando afirma: “¿En qué clase se considera a los labradores? ¿Son acaso extranjeros o enemigos de la patria para que se les prive del derecho a sufragio? Jamás seremos libres, si nuestras instituciones no son justas”. 

Una de sus principales armas para la difusión de las ideas de independencia fue la Sociedad Patriótica, el primer club político, donde Monteagudo reafirma el pensamiento de Moreno y lo convierte en una tradición. Y él mismo se transforma en su evolución, así lo confirma Noemí Goldman: “La expresión a veces contradictoria de la argumentación morenista en cuanto a este derecho, se convierte en Monteagudo en lenguaje abiertamente independentista”. 

Como pondera el historiador Jorge Correa, Monteagudo fue principalmente americano, ya que su patria fue todo el continente. Al igual que San Martín y Bolivar nunca lo contuvieron las fronteras nacionales, que además no estaban definidas por esa época. Argentina, Chile y Perú, los países donde ocupó importantes cargos públicos, recién se estaban conformando luego del desmembramiento del imperio español. 

Su mayor escollo fue vivir en una época contradictoria. Monteagudo no escapó de esta disyuntiva, todo lo contrario. Y según Correa: “Las ideas democráticas de los inicios de la revolución debieron afrontar una dura prueba ante la influencia del conservatismo europeo. Las contradicciones embargaron a los patriotas y muchos ven un abismo entre el Monteagudo de 1812 y el de 1823”. Pero ese objetivo de independencia no sufrió mella y sus dudas sólo aparecían sobre la forma de gobierno de las nuevas naciones. Como producto de estas contradicciones su gestión como funcionario en el Perú fue muy polémica y sufrió el destierro de este país en 1822. Así, cuando volvió a pedido de Simón Bolivar, fue asesinado en Lima en enero de 1825. 

Sin embargo, como aclara Elena Altuna: “La importancia de esta polémica figura aparece algo opacada frente a la de otros actores del momento cuyo estatutos de héroes seguramente incide en la consideración de este difusor de la independencia”.Esto último resalta su figura y su espíritu revolucionario. 


Monteagudo textual.

“Todos aman a su patria y muy pocos tienen patriotismo: el amor a la patria es un sentimiento natural, el patriotismo es una virtud: aquel procede de la inclinación al suelo donde nacemos y el patriotismo es un hábito producido por la combinación de muchas virtudes, que derivan de la justicia. Para amar a la patria basta ser hombre, para ser patriota es preciso ser ciudadano, es decir tener virtudes de tal”. (...) “La esperanza de obtener una magistratura o un empleo militar, el deseo de conservarlo, el temor de la execración pública y acaso un designio insidioso de usurpar la confianza de los hombres sinceros: estos son los que forman los patriotas de nuestra época”. (...) “Muy fácil sería conducir al cadalso a todos los tiranos si bastara esto el que se reuniese una porción de hombres y dijesen a todos en una asamblea, somos patriotas y estamos dispuestos a morir para que la patria viva: pero si en el medio de este entusiasmo el uno huyese del hambre, el otro no se acomodase a las privaciones, aquel pensase en enriquecer sus arcas y este temiese sacrificar su existencia, su comodidad, prefiriendo la calma y el letargo de la esclavitud a la saludable agitación y los dulces sacrificios que aseguran la libertad, quedarían reducidos todos aquellos primeros clamores a una algarabía de voces insignificantes”. (...) “Ningún hombre que se considere igual a los demás, es capaz de ponerse en estado de guerra, a no ser por una justa represalia. El déspota atribuye su poder a un origen divino, el orgulloso que considera su nacimiento o su fortuna como una patente de superioridad respecto de su especie, el feroz fanático que mira con desdén ultrajante al que no sigue sus delirios, el publicista adulador que anonada los derechos del pueblo para lisonjear a sus opresores, el legislador parcial que contradice en su código el sentimiento de la fraternidad haciendo a los hombres rivales unos de otros e inspirándoles ideas falsas de superioridad, en fin, con la espada, la pluma o el incensario en la mano conspira contra el saludable dogma de la igualdad, este es el que cubre la Tierra de horrores y la historia de ignominiosas página: este es el invierte el orden social”. (...) “Tales son los desastres que causa el que arruina ese gran principio de la equidad social; desde entonces, el poderoso puede contar con sus derechos; solo sus pretensiones se aprecian como justas: los empleos, las magistraturas, las distinciones, las riquezas, las comodidades, en una palabra, todo lo útil, viene a formar el patrimonio quizá de un imbécil, de un ignorante, de un perverso a quien el falso brillo de la cuna soberbia o una suerte altiva eleva el rango del mérito, mientras el indigente y oscuro ciudadano vive aislado en las sombras de la miseria, por más que su virtud le recomiende, por más que sus servicios empeñen la protección de la ley, por más que sus talentos atraigan sobre él la veneración pública”. (...) “La Tierra se pobló de habitantes; los unos opresores y los otros oprimidos: en vano se quejaba el inocente; en vano gemía el justo; en vano el débil reclamaba sus derechos. Armado el despotismo de la fuerza y sostenido por las pasiones de un tropel de esclavos voluntarios, había sofocado ya el voto sato de la naturaleza y los derechos originarios del hombre quedaron reducidos a disputas, cuando no eran combatidos con sofismas. Entonces se perfeccionó la legislación de los tiranos: entonces la sancionaron a pesar de los clamores de la virtud, y para oprimirla llamaron a su auxilio el fanatismo de los pueblos y formaron un sistema exclusivo de moral y religión que autorizaba la violencia y usurpaba a los oprimidos hasta la libertad de quejarse, graduando el sentimiento por un crimen”. (...) “Una religión cuya santidad es incompatible con el crimen sirvió de pretexto al usurpador. Bastaba ya enarbolar el estandarte de la cruz para asesinar a los hombres impunemente, para introducir entre ellos la discordia, usurparles sus derechos y arrancarles las riquezas que poseían en su patrio suelo. Sólo los climas estériles donde son desconocidos el oro y la plata, quedaban de este celo fanático y desolador”. (...) “La tiranía, la ambición, la codicia, el fanatismo, han sacrificado a millares de hombres, asesinando a unos, haciendo a otros desgraciados y reduciendo a todos al conflicto de aborrecer su existencia y mirar la cuna que nacieron como el primer escalón del cadalso donde por espacio de su vida habían de ser víctimas del tirano conquistador. Tan enorme peso de desgracias desnaturalizó a los americanos hasta hacerlos olvidar que su libertad era imprescriptible: y habituados a la servidumbre se contentaban con mudar de tiranos sin mudar de tiranía”. (...) “Un usurpador no es más que un cobarde asesino que sólo se determina al crimen cuando las circunstancias le aseguran la ejecución y la impunidad: teme la sorpresa y procura prevenir el descuido: la energía del pueblo lo arredra y así espera que llegue a un momento de debilidad o caiga en la embriaguez febril de sus pasiones: el conoce que mientras la libertad sea objeto de los votos públicos, sus insidias no harán más que confirmarlas, pero cuando en las desgracias comunes cada uno empieza a decir ‘yo tengo que cuidar mis intereses’, este es el instante en que el tirano ensaya sus recursos y persuade fácilmente a un pueblo aletargado que la fuerza es un derecho”. (...) “La soberanía reside solo en el pueblo y la autoridad en las leyes: ella debe sostener que la voluntad general es la única fuente de donde emana la sanción de esta y el poder de los magistrados: debe demostrar que la majestad del pueblo es imprescriptible, inalienable y esencial por su naturaleza”.(...) 

Su vida.
Nació en Tucumán en 1789. Estudió en Córdoba y Chuquisaca; intervino en el movimiento revolucionario de esta última ciudad del 25 de mayo de 1809 y al fracasar el intento fue encarcelado. Libre en 1810 se une al Ejército Auxiliador de Juan José Castelli y se convierte en su secretario, juntos redactan la proclama de Tiwanaku. 

En Buenos Aires tuvo bajo su dirección los periódicos La Gaceta, Mártir o Libre y El Independiente. En 1911 forma la Sociedad Patriótica que defiende las ideas morenistas. En 1813 integró la Asamblea Constituyente como representante de la provincia de Mendoza y cuando en 1815 fue depuesto el director Alvear se exilió en Europa. 

En 1817 San Martín lo designó auditor de guerra del Ejército de los Andes, redactó el Acta de la Independencia de Chile y, tras la emancipación de Perú, se hizo cargo de la cartera de Guerra y Marina: En 1822 se desempeñó en Gobierno y Relaciones Exteriores. Adoptó benéficas disposiciones en el orden cultural, diplomático y militar pero, como consecuencia de la aplicación de algunos destierros y sanciones, se ganó el descontento popular. El Cabildo de Lima lo removió del cargo en julio de 1922 y le exigió la salida del país. Estuvo en Quito hasta 1824 cuando Bolivar le permitió retornar a Perú. Fue asesinado en Lima el 28 de enero de 1825.

CITA: Revista Zoom. (http://revista-zoom.com.ar/). Escrito por Roberto Koria para Causa Popular.

Nunca Más, Nunca Menos. Homenaje a Néstor Kirchner.

Actividad de formación: "Política Económica desde la Dictadura hasta el Kirchnerismo".

Desde la C.P.P. estamos convencidos que tenemos que formarnos críticamente y capacitarnos para poder dar el debate y tener elementos para construir en todos los ámbitos personales.
También consideramos indispensable volver a generar cuadros políticos y reparar el daño social que la Dictadura Militar ha provocado al arrasar con toda oposición ideológica. 30.000 Compañeros Desaparecidos significan fundamentalmente 30.000 cuadros políticos, sociales, educativos, artísticos, gremiales, en fin; luchadores sociales y referentes que no tenemos.
Es así que el 16 de Febrero invitamos al compañero Hugo Ferullo a charlar en grupo. Hugo es integrante de Carta Abierta, y un reconocido economista en nuestra provincia.
Le agradecemos profundamente al compañero, su predisposición y exposición didáctica de parte de todos los compañeros y compañeras de La Corriente.

Quiénes somos, qué queremos, cómo lo queremos?

Desde mediados del 2010 un grupo de compañeros y compañeras empezamos a juntarnos convencidos de que estamos siendo testigos de un momento histórico en la Historia de Nuestro País; y que tenemos que ser protagonistas de este tiempo.
La muerte de Néstor Kirchner, a quien consideramos pilar fundamental de los cambios que reivindicamos, aceleró y profundizó nuestra necesidad de accionar y nos comprometió aún más respecto al análisis político nacional y provincial que entre todos y todas veníamos haciendo.
Es así que nace la Corriente de Pensamiento Popular.
Un espacio para el debate, la formación y construcción. Un espacio donde nos planteamos una estructura horizontal porque apostamos a esto como democracia participativa y realmente integrada.
Trabajamos en comisiones específicas para poder optimizar el funcionamiento: Formación Política / Comunicación, Prensa y Difusión / Logística / Finanzas.
Nos aunamos en los siguientes puntos u objetivos básicos:

-Construir una corriente política con capacidad de convocar y organizar a compañeros y compañeras que se sientan identificados con el proceso político y social de transformación del Estado Nacional iniciado en 2003 y que tengan voluntad de profundizar estos cambios. 
Entendemos por ello: las políticas de inclusión social; redistribución de las riquezas; las reparaciones históricas en el ámbito de los Derechos Humanos y la no represión de la protesta social; la protección de los Derechos de los niños y adolescentes y de género; el otorgamiento de las tierras comunitarias ancestrales a los Pueblos Originarios;  el Derecho al Matrimonio Igualitario, nacionalización de los Servicios Públicos y Recursos Naturales; democratización audiovisual y políticas activas en comunicación, el fomento al microcrédito, la intervención estatal en las relaciones comerciales en favor de los sectores más vulnerables, el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología; la inversión sin precedentes en Educación  y Salud;  y las políticas de unidad con los países latinoamericanos para fortalecer el desarrollo continental  fortaleciendo las Democracias locales ante los intentos de Golpes de Estado o intervenciones marcoeconómicas por parte de los países centrales.

-Generar ámbitos de formación política y debate crítico.

-Proponer medidas que permitan generar, desarrollar y profundizar las políticas públicas estatales orientadas a alcanzar la Justicia Social.

-Crear y fortalecer espacios que posibiliten la participación social y el desarrollo colectivo. 


Si te sentís identificado o identificada con algunas de las cosas que estamos planteando y tenés ganas de aportar a un proceso social colectivo, las puertas de La Corriente están abiertas para todos y todas.