"El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza." Arturo Jauretche.

9 de marzo de 2011

Pueblos Originarios en Argentina: Entre la reparación histórica y la represión permanente.

Pequeños aportes de un winka. Parte I.
Por Federico Casinelli.


Pachamama. Carnaval. Celebración. Desalojos desde el Sur al NOA. Asesinatos en Santiago, Tucumán y Formosa. Es la permanente dicotomía de más de 1200 comunidades indígenas a lo largo y ancho de este territorio nacional; que disputan sus tierras ancestrales contra un enemigo demasiado desigual.
La temática indígena en los últimos tiempos se ha visibilizado como nunca antes en los 200 años de este Estado Argentino. Por una voluntad política desde los mismas organizaciones de  base marcadas por un mayor desarrollo; y simultáneamente por la reacción y represión para debilitarlas.
Represión pública – represión privada. Los indígenas pagan con sangre, pobreza y destierro el avance de la frontera agropecuaria y la depredación del negocio inmobiliario.
En el año 2006, un proyecto de las entonces diputadas nacionales Alicia Kirchner y Liliana Fellner y con mayoría parlamentaria daba el puntapié inicial de una medida reparatoria histórica con los Pueblos Originarios. La Ley 26.160 ponía el énfasis en dos aspectos fundamentales: por un lado ordenaba el cese de todos los desalojos y procesos judiciales; y por el otro le indica al Instituto Nacional de Asuntos Indígenas la responsabilidad de llevar adelante un Relevamiento Técnico, Jurídico y Catastral de los territorios actualmente ocupados.
Se ponía en práctica una herramienta técnica con una inédita voluntad política: la distribución de la tierra.
Pero la lucha por la tierra es la propia historia del hombre. Las corporaciones toman cuerpo, nombre y apellido; y se niegan a perder privilegios. Y si algo aprendieron las corporaciones en el extenso camino del capitalismo es a organizarse y operar. Políticamente. Criminalmente.
El Poder Judicial, el principal enemigo de la 26.160, ha manifestado incansablemente la constante connivencia entre los poderosos de turno, terratenientes, agroempresas y mineras. Todos usurpadores.
Pero a lo que quien escribe pretende llegar, es a preguntarse: ¿Cuál es el rol de la sociedad en general?
La difusión del video del terrible e impune asesinato de Javier Chocobar (dirigente del Pueblo Diaguita fusilado el 12 de Octubre de 2009), parecía marcar un camino sin retorno en la opinión pública. Pero una vez más la clase media argentina miró hacia el costado. Los “indios” son simpáticos hasta que defienden lo que les corresponde, entonces se convierten en oportunistas, truchos y avivados. La reacción siempre encontrará calificativos para escapar a una obligación social.
Pero hay un factor fundamental y constitutivo de esta sociedad que es trascendental para el resto de su historia y por ende condenatorio: es que somos una sociedad fundada sobre las bases de un genocidio étnico y cultural.
Y entonces quien escribe insiste en preguntar: ¿Cómo podemos apartar nuestra historia de La Historia? ¿Desde dónde y con qué parámetros se juzga el derecho a la propiedad comunitaria indígena, al campesino pobre nacido y criado en esos territorios?
La mirada europea, nuestra concepción de propiedad privada; de poseer las cosas en lugar de ser parte de; es lo que nos ata como sociedad pero fundamentalmente como individuos.
Romper nuestras propias cadenas es una necesidad que nos urge como colectivo social, y acompañar este proceso de crecimiento y fortalecimiento de todas y cada una de las comunidades indígenas es una obligación moral ineludible.
Mientras tanto Jallalla Pachamama. Kjusilla kjusilla.

1 comentario:

  1. Existe uno discurso histórico, que es a su ves la historia del discurso del poder...

    La posibilidad de transformar una condición de explotación y sumisión no está dada solamente en tanto exista una redistribución de los recursos por ejemplo, sino en tanto, también, seamos capaces de parir un nuevo paradigma de sociedad, de la forma de vivir en este mundo y habitarlo, un paradigma que eche por tierra las representaciones individualistas, egoístas, en definitiva, capitalista, en que se estructura nuestra sociedad.
    Un "capitalismo mas humano" es para unos, los poderosos, una forma mas de reconfigurar los parámetros de re-distribución de la mega ganancia, que en ultima instancia no modifica ni un ápice los pilares estructurales de la dominación contemporánea; para otros, no debería ser mas que un nuevo escenario que nos permita tener tiempo para reorganizar las condiciones necesarias para luchar por una sociedad digna de ser vivida.
    Si las transformaciones que venimos construyendo no son parte de un proceso de verdadera emancipación y revolución no podremos consolidar una estructura de poder popular, una resignificacion del discurso histórico, de propiedad, de poder...
    revolución o muerte!
    CFK 2011!

    JOSE R.

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